La transformación digital o revolución industrial 4.0, consiste en utilizar la tecnología en un entorno empresarial, desde los procesos productivos hasta los relacionados con los clientes. Muchas empresas ante la intensa competencia se han visto en la necesidad de evolucionar hacia esta transformación, sin embargo, son pocas las que lo han logrado de forma rápida y sobre todo, exitosa.
El enfrentar el reto de innovar y transformarse no es una tarea menor, y trae un sinnúmero de desafíos que deben ser tomados en cuenta en estos procesos; el principal error que se comete a menudo es creer que la transformación digital es solo incorporar al núcleo operativo de las compañías, desarrollos de software; error que se agrava cuando el proceso de evolución no es asumido por parte fundamental de la empresa y es delegado a un tercero como un proceso consultivo, en este caso el resultado previsiblemente fallará. El proceso de transformación digital debe ser liderado por los principales tomadores de decisión y permeado hacia toda la organización como un factor crítico para la sostenibilidad a largo plazo.
La revolución 4.0 no será “revolucionaria” para las empresas que decidan avanzar hacia la transformación digital, si no es pensada desde la fidelización a la marca y el bienestar de los clientes, o lo que es igual, mejorar la experiencia del cliente. Esto conlleva no solo una transformación con base en desarrollo de software, en análisis de Big data o en la presencia de las empresas en la nube; requiere también un análisis profundo de los impactos sociales que genera la marca, el conocer las emociones que despiertan en los consumidores los bienes o servicios que se comercializan y cómo mejorarlas constantemente.
Las ideas innovadoras deben ser construidas desde la perspectiva externa de los clientes y la visión interna de la organización. Cuando estas visiones se analizan, con el enfoque en mejorar el bienestar de los clientes y la productividad de la empresa, es cuando la trasformación digital empieza a tener sentido. Posteriormente, y aplicando los avances tecnológicos, iniciará todo un proceso de trasformación, que irá evolucionando constantemente, permitiendo a las empresas contar con las herramientas necesarias para mejorar la experiencia del cliente, generando fidelización y promotores de la marca.
En GESTOR, la automatización en la administración del negocio, la autogestión en el servicio al cliente y la autonomía para la evolución del negocio, forman parte de los pilares que nos han permitido enriquecer nuestro ecosistema de soluciones tecnológicas, apoyándonos en nuestra cultura corporativa, con la cual buscamos ser agentes de cambio, para garantizar la transformación de la experiencia de nuestros clientes y, en consecuencia, la experiencia de los usuarios finales.
Comments